Descubra cómo sus ojos están en peligro debido a múltiples factores medioambientales, genéticos y relacionados con la edad
Sus ojos son unos de sus órganos más importantes. Sin embargo, son también susceptibles de múltiples factores medioambientales, genéticos y relacionados con la edad.
Algunos de los trastornos oculares más comunes a los que hay que prestar atención son:
Las cataratas son áreas translúcidas que se desarrollan en el cristalino e impiden que parte de la luz llegue a la parte trasera (la retina) del ojo. Esto puede provocar una visión borrosa, como de ver a través de una nube, particularmente por la noche o con luz muy brillante. Las cataratas son comunes en personas mayores, pero otros factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar este trastorno ocular. Entre ellos está el fumar, la diabetes, una mala dieta o una sobreexposición a los rayos ultravioletas.
Consiste en la dificultad para ver o distinguir entre determinados colores, principalmente el rojo y el verde.
El daltonismo a menudo se hereda, aunque también puede ser un síntoma de otras enfermedades oculares, como el glaucoma o DMAE.
Los dispositivos digitales se han convertido en una parte indispensable de nuestras vidas. Sin embargo, el uso prolongado de las pantallas puede causar un gran número de problemas de vista. Sus ojos tienen que esforzarse más y enfocar con mayor frecuencia al mirar a una pantalla. Esto puede causar síntomas, como el cansancio ocular, la fatiga ocular, visión borrosa o doble y el síndrome del ojo seco.
Cuando pestañea, los párpados extienden lágrimas sobre la superficie de los ojos y los mantiene hidratados. El síndrome del ojo seco puede aparecer cuando el proceso de producción de la lágrima se interrumpe. Este trastorno ocular se caracteriza por los ojos rojos e irritados, una sensación de quemazón así como sequedad o aspereza. Puede afectar a cualquier persona, pero es más frecuente en personas mayores
El ojo vago suele afectar a niños y, por lo general, se desarrolla a partir de los cuatro años, aproximadamente. Se da cuando la visión de un ojo no se desarrolla correctamente, por lo que el niño depende más del otro ojo, el ojo dominante. El ojo vago es la consecuencia de otro trastorno que afecta a la vista, como el estrabismo, las cataratas congénitas o casos severos de hipermetropía o miopía.
Consiste en una intolerancia a la luz, normalmente a las fuentes de luz brillantes, como la luz del sol, la luz fluorescente y la luz incandescente. La sensibilidad a la luz puede provocar malestar y la necesidad de entrecerrar los ojos o cerrarlos por completo. Viene acompañada a menudo de infecciones e inflamaciones oculares como la conjuntivitis, pero también se asocia a quemaduras solares y la irritación producida por las lentes de contacto.
El estrabismo es un trastorno ocular en el que los ojos se centran en direcciones diferentes. Como resultado, el cerebro recibe dos imágenes visuales, que pueden llevar a una visión borrosa o doble, así como al ojo vago. El estrabismo normalmente aparece antes de los cinco años, aunque puede aparecer más tarde. Por normal general, se detecta mediante un examen rutinario del ojo.
Visite regularmente a su oculista para que le examine los ojos. Y entre los controles, si nota algún cambio o le preocupa algo de su vista, póngase en contacto con su oculista Hoya Vision más cercano.
Las lentes de Hoya Vision ofrecen corrección de la visión y sus revestimientos o tratamientos también le ayudan a proteger sus ojos. Un temprana detección y tratamiento de los problemas oculares puede ayudar a mantener una buena visión durante el resto de su vida.